, carteros, carreteras, medios de transporte ni forma
de comunicación que no fueran las palabras. Siempre
recordaré que crucé cientos de mares, quizá océanos,
intentando llegar a ti. Recordaré que me ahogué tantas
veces que dejé de llevar la cuenta porque me enfadé conmigo
misma. Cada vez que me decidía y salía volando, valiente, por ti
, me dejaba la vida olvidada en la orilla de la ventana.
Al principio no sabía qué pasaba, porque te juro que yo iba encajando
todas las piezas del rompecabezas. Después de unas 527 canciones de
amor, me di cuenta de que era, precisamente, el hecho de viviésemos
rodeados de metáforas lo que hacía que, a pesar de habitar ambos en
la redondez de nuestro mundo, tú siempre estuvieses a un par de años luz
de mí. Pero a la vez tan cerca. También sé que hubo un momento, un pequeño
instante, en el que dejé atrás los mares ordinarios y pude nadar, a mis anchas,
en tus ojos. Para que te hagas una idea, aquello fue como ser una hermosa
fotografía en la que se plasma la más linda de todas las imágenes de amor,
nosotros los protagonistas. Me siento enamorada, puedo sentir lo que recorre por
mi cuerpo, es amor o algo más que eso. Desde entonces, puedo sentirte, acariciarte,
viajarte aunque no te haya tocado. Ahora vuelo ¿Alto, bajo? Qué sé yo, y qué más da.
Vuelo. Vuelo sin dejarme ninguna porción de vida , mi vida eres tu. Y vuelta al principio.
Así, sin más. Ése es nuestro comienzo, pronto estarás aqui, lo se, fue hermoso volver a
empezar y contigo a mi lado ya te imaginarás.
Te pido perdón si alguna ves te hice sentir mal, te pido perdón por mis tonterías,
por haberme dejado dejado llevar por situaciones sin sentido. Pero recordaré siempre
que, si alguien destruyó a Napoleón, fue él mismo'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario